El partido fue emocionante de principio a fin, con dos equipos que implementaron dispositivos defensivos para contener el ataque contrario. Así fue como el encuentro careció de abundancia de puntos, pero de mucho juego táctico en el parquet del ISF. Promediando el último cuarto, los Loros tomaron la ventaja. Sin embargo, los dirigidos de Luis Guaico no consolidaron su pequeña ventaja, situación que fue aprovechada por el Alonso, que tomó la ventaja y no la soltó más. Fue un final infartante, donde el equipo rancagüino sucumbió por la presión del marcador, y el Alonso contó con suficiente frialdad para manejar la exigua ventaja la cabeza para titularse campeón y dejar con las ganas de campeonar al equipo verde, que fue el más goleador durante todo el torneo, pero que pecó en el finiquito en la final, que se fue para Santiago. Al final, entre lágrimas se produjo la premiación, donde el Rector del IAE, Jaime Hinostroza, celebró junto a los representantes capitalinos que retornarán felices, ya que aseguraron también el tercer lugar en la tabla general de estos XXII Juegos Deportivos Maristas Masculinos.